ViaJe de 7Mo GRaDo

Todos esperábamos ese viaje con mucha ansiedad. El viaje de egresados. Pero no hablo de esa basura que te venden idiotas peinados con gel y mechitas rubias, y con intención de aprovechar con las adolescentes el estúpido estatus social al que ascienden gracias a un chaleco ridículo que se ponen para ir a las puertas de las escuelas, a ver si pueden conseguir algo más que vender un viaje.
Hablo de algo mucho más simple, y mucho menos nocturno. El viaje de egresados de 7mo. Es el viaje de la despedida, muchos se cambiarán de escuela para empezar la secundaria. Dejás de ser un niño para empezar la adolescencia. Toda la primaria esperando para llegar a 7mo, y todo 7mo esperando ese viaje.

Pero en Argentina nunca se sabe. Y yo la ligué justito. El Ministerio de Educación decidió cambiar la organización del sistema educativo, copiando un modelo desechado por España. Ahora 7mo no sería el último año, la primaria llegaría hasta 9no. Y es ahí donde se puso en peligro el viaje tan esperado. ¿Por qué viajar si no era ese el ultimo año? ¿Por qué viajar si nadie se cambiaría de escuela? No sonaba igual de importante "el viaje de 9no". No era a lo que estabamos acostumbrados. Pero siempre hay una solución, la escuela se lavó las manos, pero los padres nos organizaron el ansiado viaje. Más tarde en noveno haríamos otro. Pero yo vine a hablar de el de 7mo.

El inicio de la adolescencia viene acompañado de la rebeldía, y este viaje era una oportunidad única para llevarla a su máxima expresión. No pasaba por tomarnos una cerveza a escondida, ni por espiar a las chicas en la ducha, ni por fumarnos un cigarrillo, era la rebeldía más sana que vi en mi vida. Una de las cosas que habíamos planeado era un "picada". Así de simple e inocente. Uno tenía que llevar el salamín, otro las aceitunas, otro 100 gr de papas fritas sueltas, un poco de queso, una coca cola, etc. Imagino ahora a lo lejos que queríamos sentirnos grandes, adultos, no lo sé.

Durante los dos días del viaje fui inseparable de dos personas y de un objeto. Las personas eran mis compañeros de habitación, mis amigos, y el objeto era un radiograbador blanco, de única casetera y dos parlantes, que llevaba 3 pilas "de las grandes" para poder funcionar. Dentro de él, un casete, un TDK de 60 que le habían regalado a uno de mis hermanos más grandes, y que nosotros no dejámos de escuchar en todo el viaje. El grabador venía con nosotros siempre, en mi hombro o en los de éllos, con pilas nuevas en la mochila por si se gastaban y una lapicera BIC para retroceder o adelantar el casete "con tracción a sangre", ahorrando energía. La etiqueta del TDK decía "Boquita de caramelo", Daniel Agostini era el nuevo cantante del Grupo Sombras y este era su primer material. Salvo unos pocos, nadie conocía ese estilo musical llamado "cumbia", y muchos menos todavía, ese grupo.

El tiempo pasa, rápido, y las cosas cambian, demasiado tal vez. Hace más de dos años que estoy en España, y no solo porque la música de acá no me gusta en lo más mínimo, sino porque me hace sentirme más cerca, escucho la misma música que escuchaba antes de venirme, pasada de moda seguro, pero a mi me hace bien. 12 años pasaron de aquel viaje de 7mo, y sin buscarlo intencionalmente, prendo mi MP3 y empieza una canción, con unos silbatos de fondo, como si fuera una fiesta, y a pesar de que esa parte no tenía letra, mi cabecita iba diciendo "y dale dale dale sombras... y dale dale dale sombras". Y ahí me acordé de ese viaje, me acorde del grabador y del casete, y lo comparaba con el MP3 que era más chico que las pilas que usaba en ese entonces, con 30hs de música en un aparato ínfimo, mientras el ahora gigante TDK era de 60 minutos. Pensar que 4 años después de ese viaje formamos un grupo de cumbia, y que ahora tenía nuestras canciones a la par de las de Sombras, solo que en otra carpeta. Me entró la nostalgia, recuerdos de muchos momentos juntos.

Con uno de los chicos, Ale, tuve casi siempre una comunicación diaria gracias al MSN, pero con el otro, "el Andy", no. El casi no revisa sus mails, y me había tenido que enterar, a través de Ale, que se había ido a trabajar a Cariló, más tarde que se había puesto de novio, que se habían ido a vivir con la Mariela a Tandil, que ella había quedado embarazada, que era una nena, que el parto había salido bien, que Candela era preciosa e igual al padre, y que ahora ya tenían fecha de casamiento. Lo llamé varias veces, pero nunca estaba, el destino quiso que nuestra comunicación fuera por un contestador automático. La última vez que hablamos fue en la navidad de 2006, en la que yo volví a Argentina y el volvió desde Cariló, ambos en Tandil, no más de un cruce de palabras en medio de los festejos.

Hace poco se dignó a conectarse a internet, y a escribirme un mail. Y que mail!! Me contaba que estaba bien, que estaba feliz, sobre sus proyectos, su hija, su futura mujer, hablaba de todo eso con palabras que en mi vida pensé que era capaz de pronunciar; por lo visto el tiempo pasó, y él es otro, y yo no vi el cambio. Pero en el medio de todo eso, y con pocas palabras, se dirigió a mi, me sorprendió, me emocionó, los ojos se me llenaron de lágrimas que no dejé salir no se por que.

Compartimos muchas más cosas que ese viaje de 7mo y un grabador que me hicieron pensar en él, compartimos el jardín, la primaria, equipos de fútbol, vacaciones en Necochea, armamos un grupo de música, compartimos muchas noches, las que lo ayudé cuando él estaba borracho, y las que él me ayudó a mi, tendría miles de anécdotas para contar, pero no vienen al caso, porque la mejor anécdota está por venir. El mail hablaba de su hija y de su futura mujer, y terminaba así: por esto te nececito.QUIERO Q SEAS TESTIGO EN EL CIVIL. ES EL 5 DE DICIEMBRE. Me encantaria imbolucrarte en esto tan importante para mi.

Y pensar que hace unos días yo escribí sobre la amistad, "Cada uno su lugar", vaya ejemplo. No saben lo feliz que me hizo.