viernes, 28 de marzo de 2008

La VeRDaDeRa MíSTiCa

Y pensar que algunos piensan que van a llegar a igualarlo, o van a acercarse al menos.
Si, estoy hablando de la gente que cree (quiere), que el Rugby (vocalmente "ragbi" en todo el mundo, rUgbi en España) alcanse el nivel de seguidores del futbol, hasta algunos caraduras se animan a decir que es mejor.
Yo no entiendo, como alguien puede creer que un deporte que por reglamento tiene que pasar la pelota siempre para atrás, pueda acercársele al futbol; un deporte en el que los que están en "orsai" (off side o fuera de juego) en vez de hacerse los boludos y seguir con la jugada hasta que el arbitro haga sonar el silbato, levantan las manos como para avisarle a todo el mundo "estoy en orsai" "no me den la pelota"; un deporte en el que no podes protestarle al árbitro, casi ni hablarle; donde la pelota "es ovalada", donde los penales no son siempre del mismo lugar y no tenés un arquero adelante, y hasta donde a veces conviene tirar la pelota afuera, ¿que es eso de que en un penal, te convenga tirar la pelota afuera? ¿y eso de que saque el equipo que la tiro afuera? como les puede gustar este deporte. Donde no hay barrera en el tiro libre y no existen las jugadas preparadas para cabecear, donde en el lateral en vez de dársela a los de tu equipo, la tenés que tirar al medio sin beneficiarte (¿cual es la joda?), que es eso que al pasar una raya "haces gol", sin haber algo con una red que se infle, o eso de armar un arco gigante,” infinito en sus límites superiores", ¿no es demasiado fácil?.
En fin, algunos hablan de "la mística" del rugby, el famoso tercer tiempo, donde gente que se cagó a trompadas, o se pisoteó las cabezas, se junta a tomar una cerveza (Quilmes o Heineken), y eso si es bueno, así se emborrachan, y entonces en vez de pegarse entre ellos como en la cancha, se hacen “amigos ocasionales”, para seguir dando piñas con cualquier transeúnte que se les cruce y los mire, y desde ya que le van a pegar entre los 64 que salieron juntos esa noche (aunque no sepan ni el nombre del que tienen al lado).
Y menos mal que Argentina no salió campeón del mundo en rugby, se imaginan las calles de la Argentina con los verdaderos rugbiers pegándole a todo el mundo, los rugbiers ocasionales imitándolos y rompiendo cualquier cosa halla en el camino (sea biótico o abiótico), los supermercados llenos de Schneider y Brahma, pero sin Quilmes ni Heineken, las casas de Legacy vacías al mango, y los kioscos con Chocolate Cofler de todos los colores menos el rojo (ver publicidad), imaginen que si los jugadores ahora son casi héroes nacionales, si hubieran salido campeones hay que hacerles el monumento (un puma de bronce con una pelota en una mano y una cerveza en la otra, con la inscripción "gracias campeones, viva la birra").
Eso sí, algo bueno les voy a reconocer. En la adolescencia las mujeres funcionan de una manera extraña (algunas toda su vida). Les da igual como sos, solo les importa lo que haces, y de acuerdo a eso vas sumando puntos. A determinada cantidad de puntos, entras como tema de charla en grupos femeninos con una caducidad calculada en 3 años (aunque dejes de hacer eso que dio los puntos). Entonces, las cosas que sumaban puntos con las mujeres eran(son), malas notas en la escuela (1 punto), rebeldía ante los padres (2p), ir a determinada escuela (5p), salir en auto a la noche (5p) y manejar rápido (8p), ir a caretear al centro o "boludódromo" (5p), llegar lo más tarde posible al boliche (puntos depende la hora), etc. Eso sí, en primer lugar jugar al rugby (2387 puntos). Siempre las chicas estaban con ellos, por merito propio, de sus padres que los mandaban al club o por incapacidad femenina, pero la sociedad funciona así, y los chicos que aprobábamos todas las materias, jugábamos cualquier otro deporte, nos llevábamos bien con nuestros viejos, y preferíamos tomar el T.E.G. y el mate entre amigos que estar sentados en la puerta del banco viendo pasar gente, sumábamos solamente y a veces el punto del auto (el de manejar rápido no, porque con un Falcon Rural modelo 80 a gas, podías manejar, pero no rápido). Cuando íbamos a bailar, hacíamos una ronda entre amigos, o rebotábamos toda la noche mientras ellos, llegando al boliche cuando nosotros nos íbamos, podían elegir a dedo. Nosotros nos conformábamos con haber bailado con alguna, y volver con algún amigo puteando las mujeres y a quienes se las ganaban, para escribir en un futuro lo que pensa(ba)mos (tal vez por despecho) de este deporte que nunca nos va a gustar.

jueves, 27 de marzo de 2008

MiS ReGaLoS De CuMpLe

Solamente quería mostrarles que lo que escribi el otro día, era verdad. Que tengo más que 3 o 4 amigos, que estaban festejando por mi, y que estaban lejos.
También que se iban a acordar de mi, y acá va la demostración de esto ultimo.
Estos fueron mis 2 regalos cibernéticos, que muestro en forma de agradecimiento.

PD: no se pierdan el final del primero, siempre hay algún colgado.



domingo, 23 de marzo de 2008

AlMa PiRaTa, ¿FeLiZ? CuMpLo aÑoS

Cuando la melancolía le gana a la alegría, algo pasa, no necesariamente algo malo, simplemente “algo”. En mi caso, y desde hace tiempo, la melancolía gana por goleada, y cada vez más factores se suman a “algo”.
Hace 16 años, exactos, que mis ganas de conseguir algo hicieron funcionar a mi cabeza. Poco a poco y con esfuerzo, mis viejos, mis tíos y mis abuelos, me iban regalando juguetes. Pelotas nunca faltaron en mi casa, y a pesar de ser mi juguete preferido, no es el más deseé. Como toda persona, siempre quiere uno lo que no tiene, pelotas sobraban, y siempre me gustaba algún “playmovil” nuevo que no tuviera. Y mi gran devoción, el mas caro y grande, “el barco pirata”.
Yo sabía de la situación económica en mi casa, que no era excelente, y peor en la fecha de mi cumple(nunca tengan hijos a fines de marzo, sufren mucho en esa fecha). Poca plata llegaba a fin de mes, pero tirando a nada a fines de marzo. Porque a principios había que comprar guardapolvos, manuales “Larouse”, cuadernos (tapa dura con dibujos de telaraña, o tapa blanda para forrar), carpetas, hojas Canson número 5, lápices, fibras, crayones, etc. Siempre, para el 23 de marzo (gracias por los saludos), se había acabado la guita, y al lado de las fiestas de mis compañeritos, yo tenía que invitar a 3 o 4 a jugar, y mamá, por ser mi cumple, compraba facturas en vez de las “mayco” sangucheras. Eso si, con mis amigos jugábamos a los playmovils, para no irme por las ramas.
Con 8 añitos, la agarre a mi vieja 15 días antes de mi cumple y le dije que quería el barco pirata, mi mama abrió los ojos como diciendo “hijo, no puedo hipotecar la casa”, pero yo ya tenía el plan armado. Le pedí que se junte con el resto de la familia, que entre la abuela, los tíos, y ella, podían poner un poco cada uno, y comprar semejante antojo (tipo bicho era).
Sabiendo de las buenas intenciones de mi mamá y compañía (y de que la idea era buena), recorría mi casa y la de los tíos, en busca de alguna pista. Y como si fuera una película de esas que se estrenan en navidad, un día encontré una caja grande, envuelta para regalo, debajo de la mesa del tele de la habitación de mis abuelos. La alegría que tenía era increíble, era lo que más quería. Eso sí, no iba a arruinar la sorpresa, y me quedé calladito.
Del día del cumple no me acuerdo, supongo que habré hecho una actuación del nivel de Natalia Oreiro a la hora de recibir el regalo. Y todos felices.
Unas semanas atrás, o sea 16 años después, mi mamá caminaba por las calles de Barcelona, y aquel episodio se le vino en mente. Es normal encontrarse al lado de los contenedores de basura de las calles, sillas, camas, colchones, televisores viejos, y varias cosas, pero ella se encontró “el barco pirata”. Eso que tanto había costado, tirado a la basura. 2 cuadras caminó ella pensando en agarrarlo o no, y yo, sin saberlo ni quererlo, la ayudé a decidir, “Fernando no me lo va a perdonar” pensó con total sensatez y conocimiento, dio media vuelta, lo agarró, lo desarmó, entró a un negocio a pedir una bolsa, y a casa.
Mi amor por los playmovils no decae, me saco fotos cuando encuentro alguno gigante, y me compro alguno cuando encuentro (baratos). Y cuando mi mamá me contó lo que le había pasado, tuve la misma alegría que cuando lo vi en la pieza de mis abuelos. Pero algo me dolió cuando me dijo que tenía pensado regalárselo a mi sobrino, la parte egoísta de mi volvió a los 8 años, y se sintió por unos segundos desamparada, como si la idea de juntar a la familia para hacer el regalo no hubiera funcionado, como si me tuviera que conformar con el “bote amarillo” o “la motito de policía”.
Enseguida me di cuenta que ya no tengo 8 años, mi parte egoísta cerró la boca, y salió el tío que llevo dentro. Ojalá mi sobrino pueda disfrutar de ese barco como lo hice yo, y ojalá podamos juntar nuestros dos barcos en el living de mi casa para poder jugar, le voy a regalar (de mi colección) los tripulantes, piratas, pero también indios, policías (con chaleco salvavidas naranja), nenes, los elefantes del circo, el bote amarillo y la motito de policía.
El “algo” de hoy, es el “barco pirata”, que me trae en forma de melancolía recuerdos de los 8 años que ya no tengo. Pero quisiera. Quisiera al menos pasar este día con 3 o 4 amigos y un par de facturas, quisiera jugar con los playmovils mientras mi vieja toma la leche con mi tia en la cocina, quisiera tener esa duda de a que amigo invitar y a quien no; pero la realidad me dice otra cosa: que cumplo 24, que tengo muchos mas que 3 o 4 amigos pero que están demasiado lejos, que las facturas no existen, que mis playmovils tienen telarañas, que mis viejos me vinieron a ver y son la única alegría, pero que hace mas de un año que no la veo ni a mi tía ni a la cocina de mi casa, y que no recibo si quiera un abrazo hipócrita de algún (des)conocido que escuchó por ahí que es mi cumple. Y para completarla, por un motivo u otro, en Tandil y Mar del Plata, mis amigos están todos juntos, festejando el solo hecho de estar juntos, y yo, que debería ser el dueño de la fiesta, escribiendo en una computadora, y dejando de escribir para ir a dar una vuelta bajo la nieve que está cayendo, y tener el cumpleaños más frío, en todo sentido, de toda mi vida.
El que quiere celeste… no chilla.

martes, 11 de marzo de 2008

¿QuieN CaRaJo Lo iNVeNTó? eS uNa CaGaDa

Si preguntaras en cualquier lado del mundo, todos aceptarían que para "ir de cuerpo" hay que hacer fuerza. Pero pocos entenderían lo que nosotros (nacidos en el tercer mundo) entendemos por fuerza a la hora de ir al baño. Claro está que la fuerza que se hace en un inodoro es igual en todo el mundo, pero cambia según "el inodoro".
Cuantas veces abrimos la puerta del baño (publico) y lo único que encontrábamos era una especie de pozo, de hueco, de agujero infinito, que nadie sabe cómo se llama (ni si quiera Google), y hace las veces de predecesor inmediato del inodoro. Acá si que había que hacer fuerza para ir de cuerpo, diferentes técnicas que analizaremos, todas basadas en la fuerza y el equilibrio (y la creatividad), con tal de salir de ahí un poco mas livianitos.
¿A quién se le puede ocurrir tan inservible aparato? Ya es difícil tirar con la mano un papel y meterlo en el tacho de basura, mas difícil todavía cuando el diámetro del tacho no supera los 12 cm. Alguien que me explique por que entonces, este artefacto tiene un agujero de no más de 12cm de diámetro, cuando se sabe que tenemos que apuntar con el culo y sin mirar.
Por otro lado, fue muy inteligente en inventar 2 especies de huellas de zapatos con relieve(a las que llamaremos "suelas"), dos espacios con superficie "serrucho" y formas de plantillas de zapatillas en los que supuestamente te tenés que parar para hacer tus necesidades. Lo que no se dio cuenta es que las "suelas" están preparadas para hacer necesidades de frente, o sea que si vas a cagar te quedan dadas vueltas (¿me tengo que cambiar las zapatillas de pie para cagar?). Seguro que el lugar con más meo de todo el baño es justo entre las ranuritas de esas "suelas", y si tuviste la suerte no agarrar el pis de otros, seguro que te salpicas vos solito porque entre el agujero miniatura y las suelas, tampoco hay más de 20 cm.
Y seguido a esto invento la cadena. Generalmente es un recipiente de plástico postrado en la pared, con un tubo a la vista o bien por dentro que es por donde cae el agua y un hilo con un anillo o un nudo que es la palanca que la acciona. Si todavía tuviste mucha suerte, y no agarraste el pis de otro, y no te salpicaste solito, cuando tires la cadena los pies se te empapan, llegando gotas de agua hasta tus rodillas, y de mas esta decir que si alguien anduvo sin puntería y dejo un "regalito" en el borde proximal, el agua hará que te llegue hasta los pies.
En lo que si pensó este señor, es en el desarrollo psicomotriz de "la persona que caga". Como profesor en Educación Física, me asombra la capacidad de este señor para utilizar la necesidad como medio de desarrollo, y potenciar las capacidades de todo (el tercer) mundo.
Cada uno debe adaptarse a sus necesidades (además de la de cagar) y posibilidades físicas a la hora de aceptar el desafío de hacer caca en este sitio.
Existen quienes apoyan ambas manos en la pared posterior, haciendo mucha fuerza con el tren superior para sostener todo el cuerpo volcado en esa dirección, y rezar que la puntería no les falle porque esta es la técnica con mayor distancia entre el punto de salida y el objetivo. Otros en cambio, seguros de su mala puntería, usan su mayor flexibilidad para agacharse con flexión completa de rodillas, el cuerpo inclinado levemente hacia adelante (acción que levanta y aleja un poco el culo del centro de gravedad), con una mano sostiene la remera o buzo para que no aparezcan sorpresas, y la otra atenta ante cualquier caída hacia al frente.
Esta quien, con una justa capacidad física en todos los aspectos, flexiona a 90 grados las rodillas, el cuerpo inclinado hacia adelante, los brazos cruzados con los codos en las rodillas (traba de fuerza) o bien las manos en ellas en posición de cansado, y utilizando mucho el equilibrio y la puntería a distancia media, logra cumplir con su objetivo.
Pero existen algunos más creativos, como por ejemplo esos que tal vez cansados o perezosos, solo abren un poco las piernas y se dejan caer con el cuerpo hacia atrás hasta que la espalda haga contacto con la pared, en ese momento (en el que viene la caca) alzan la pelvis (retroversión) para dejar el culo en mejor posición y no fallar el intento. O me lo imagino a Van Dame, abriendo las piernas haciendo fuerza sobre las paredes laterales (brazos cruzados), a una altura de un metro, dejando el culo en posición perfecta (baños simétricos), y asegurando la no salpicadura de los pies.
Mas allá de las capacidades psicomotrices, el mapa afectivo también se ve trabajado en estas acciones. No hay nada como la satisfacción de escuchar un “PLAP”, señal de que el sorete entro limpito en el agujero; o la decepción de escuchar un suave “CRASH”, señal de que le erraste y vas a tener (si tu consciencia te lo pide) que mover el sorete con una rama o papel (por nombrar dos opciones) para hacerlo entrar en el pozo.
Demás esta decir que nunca hay papel, y que bolsas rotas y marcas de dedos en las paredes con una especie de pintura marrón, son algunos de los indicios de como hace la gente para limpiarse.
En conclusión, haces fuerza para cagar, le rezas al dios de la puntería, metes toda tu flexibilidad en juego, jugas al equilibrista, y todo para qué?, para salir con las zapatillas(nunca vallas de ojotas o descalzo) y el pantalón salpicados de agua o meo, para jugar a empujar un soretito desviado con cualquier material al alcance, y esperar llegar a tu casa para sentarte en el inodoro a leer algo aunque no tengas ganas de cagar.
Eso sí, algo bueno tenía que traer, nunca se preguntaron de donde viene el talento de Carlos Tevez o el Kun Agüero (técnica, fuerza, habilidad, creatividad, equilibrio, puntería), porque de chiquitos no tenían inodoro.

sábado, 1 de marzo de 2008

El BeSo y La PaLaBRa

El beso y la palabra no tienen nada que ver. Ese es un tópico que siempre defendí delante de mis amigos, y que hoy quiero compartir con ustedes.
Hay gente que se jacta de ser “buen chamuyante”, que en términos entendibles para todo el mundo, podríamos decir que es la persona que sabe que, como y cuando decir algo, sea para defenderse, para vender algo, para convencer, y en este caso, con el objetivo de levantarse una chica en un boliche. Esta persona es la que le dice a sus amigos “me la re chamuyé”, y empieza a contar una cantidad increíbles de pelotudeses que le dijo a la chica antes de darle un beso.

Mi teoría dice que este tipo de chamuyo, no sirve para nada, y es solo una especie de protocolo que ambas partes (chamuyante y chamuyada) aceptan como parte del juego, pero que no influye nunca en el resultado final (al menos en partidos cortos de una noche).
Mi timidez hizo que en mis primeras salidas nocturnas me diera vergüenza sacar a bailar a una chica, y ni les cuento dirigirle la palabra. Me daba vergüenza porque yo estaba seguro que la chica a la que sacaba a bailar sabía de mis intenciones de “besarla”, y eso agrandaba mi timidez. Con los años, y fundamentalmente con los “heavy metal” (vino blanco y Sprite de cualquier marca) la fui dejando de lado, pero más que nada, empecé a entender el juego.
Yo tengo 3 cartas, y ella otras 3. El problema es que ella sabe que cartas tengo yo, alguien le pasa el dato, como si tuviera un espejo atrás mío, o que mis cartas fueran transparentes. Y así va a ser siempre.
Es un juego donde hay más mentiras que verdades, donde los gestos intentan hacer caer al otro en “la trampa”, donde las aparentes dudas pueden ser signos de seguridad, donde la actuación intenta despistar al otro, pero donde siempre, siempre, deciden las cartas. Y no te olvides, ella sabe que cartas tenés.
Entonces aunque pongas cara de “no ligo nunca”, ella sabe que vinieron los anchos, y aunque pongas cara de “ahora sí”, sabe que tenés 2 cuatros. Aunque pongas cara de “¿en serio?” cuando te diga su nombre, o cara de “no te creo” cuando te diga que tiene novio, ella sabe que son solo trucos para hacerla caer.
Uno cree que chamuya, que la está haciendo entrar en su juego, pero ellas no solo saben nuestras cartas, sino que además siempre tienen mejores que nosotros. Son ellas quienes deciden si entrar en nuestro juego (que lo conocen de arriba abajo) o hacer la suya. Si les gustás (tu cara, ropa, onda, etc) se harán las que dudan, las que no saben qué hacer, y el juego se decidirá con la última carta (a favor de ellas, claro), y con puntaje apretado. Si no les gustás, mostrarán los dos anchos y se anotarán 2 puntos, sin decir absolutamente nada. Y pasando a la siguiente mano.
Envido, truco, quiero, no quiero, re truco, vale cuatro, son buenas, y poco más. Con esto alcanza y sobra para jugar un truco. ¿Cómo te llamas?, ¿Qué estudias o a que escuela vas (depende la edad)? ¿De qué agrupación sos (para los tandilenses)? ¿Cuántos años tenés? Con esto sobra para intentar levantarte una mina.
Aquí van dos ejemplos clarísimos.
Si ellas no tienen buenas cartas, o simplemente el juego las aburre (o sea que le pareciste feo, un “pokemón”), a la primera pregunta se van al mazo.
H: ¿Cómo te llamas? (“envido”)
M: Claudia…. Me voy al baño que creo que están mis amigas allá. (“no quiero, me voy al mazo”)
En ese preciso momento se da vuelta, y se pone a bailar con cualquier otro. (“mete las cartas al medio del mazo y se pone a mezclar con cara de culo”)
Ahora bien, si ella tiene buenas cartas (le gustaste), o al menos se están divirtiendo, se hacen las interesantes en el juego, y siempre te dan pie a seguir
H: ¿Cómo te llamás? (“envido”)
M: Claudia… ¿y vos? (“¿envido dijiste?)
En este momento sabés que el juego le gusta, y que va a ser un buen partido.

A lo que quiero llegar, es a hacer entender (una vez mas lo digo) que ellas saben tus cartas, y encima tienen 33 de mano y los dos anchos, que ellas deciden como va a ser el juego apenas miran sus cartas (tu cara), aunque te hagan creer que sos vos quien lleva la batuta. Date cuenta que en caso de escucharte y responderte, y hacerse la sorprendida ante tus palabras (que ya se las dijeron otros 65 esa noche), es solo porque queda mal cortar el juego en la primer mano, porque el protocolo dice que antes del beso debe pasar un tiempo, unas preguntas, “tu chamuyo”, para de esa manera no pasar por “rapidonas”, pero no es que seas “buen chamuyante”. Date cuenta que si le pareciste feo, por más que preguntes lo que preguntes, le recites un poema de Neruda en el oído y bailes como Chayane, ya tenés el cartel de "feo" ("feo feo", como Moe), y no hay chances de que te de bola.
Mi hermano más chico, es medio tartamudo, no coordina 2 palabras seguidas sin equivocarse en la frase (y menos de noche), y a todas les dice: "sos la chica más linda que vi", y esas pelotudeses de adolescente (que se cree) canchero. Pero claro, es rubio de ojos celestes, mide 2 metros, y pone cara de simpático. Y la mayoría de las veces se va acompañado.
Eso sí, hecha la ley, hecha la trampa. Cuando veas que la chica no te responde "¿y vos?", saca la billetera e invitàla a un trago, que por lo menos se queda media hora más con vos, y si el tiempo alcanza (y la plata también), en una de esas, en cada trago va despegándote de la frente esa etiqueta de "feo", y le robas unos besos hasta que se le pase el pedo.